Ayer fue un día de búsqueda para ave. Y para nuestra suerte hemos encontrado muchas cosas. Como dijimos la semana pasada, estamos trabajando en un proyecto que desde ya nos enamora. Reunidas alrededor de dos tablones entre flores amarillas, intercambiamos ideas y nuestro taller se inundó de aromas placenteros transformándose en una cocina.
Trabajar en equipo hace bien,
siempre.
Sea bueno o sea malo,
siempre se aprende algo bueno.
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